Fallece Ángel Canle, el empresario que revolucionó la noche con la discoteca Chevalier

R. D. A CORUÑA

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Discoteca Chevalier, en Santa Cristina (Oleiros)
Discoteca Chevalier, en Santa Cristina (Oleiros) ANGEL MANSO

Copropietario de la mítica sala de fiestas de Santa Cristina, regentó también el desaparecido hotel Maxi de Santa Cruz

01 may 2024 . Actualizado a las 15:29 h.

Ángel Canle Ríos, copropietario de la discoteca Chevalier, ha fallecido este miércoles en Dexo (Oleiros- A Coruña) a los 80 años de edad. Familiares y amigos reciben duelo en el tanatorio Apóstol de Tarabelo, en Sada, donde este jueves se celebrará una misa de ánima a las 11.30 horas. Posteriormente, a las cinco de la tarde, se oficiará un funeral en la iglesia de Santa María de Dexo previa al entierro en el cementerio parroquial de la localidad oleirense. 

El empresario, que fue propietario también del ya desaparecido hotel Maxi de Santa Cruz, puso en marcha con su socio, José María Muñoz, la mítica sala de fiestas de Santa Cristina el 6 de diciembre de 1980 y pronto fue ganando fama hasta convertirse en una referencia del ocio nocturno para varias generaciones hasta que bajó su reja en el 2017.

«Era una persona humilde y sencilla», recordaba Muñoz, que conoció a Canle como miembro de una firma de electrodomésticos, donde trabajó antes de lanzarse a una aventura empresarial en la que también compartirían la gerencia de la discoteca Brothers.   

Camilo Leal, relaciones públicas de Chevalier durante más de dos decenios, también lamentó la pérdida de un hombre «muy afable, cariñoso, generoso y de mentalidad abierta; siempre estaba dispuesto y receptivo a cualquier propuesta para la sala», indicó al conocer la noticia. Con las múltiples iniciativas impulsadas desde el epicentro de la noche oleirense, «fuimos los reyes del ocio», algo que, a su juicio, fue posible con la complicidad de los propietarios. En el establecimiento, en el que llegaron a trabajar 40 personas, «Ángel  siempre confiaba en sus empleados y los dejaba trabajar, fue muy positivo».   

Chevalier, por cuyo escenario pasaron nombres del espectáculo como Los Panchos, Camilo Sesto o José Luis Perales, pronto llamó la atención de jóvenes y no tan jóvenes, atraídos por una oferta novedosa en la que cabían desde festivales a beneficio de causas múltiples, como el mantenimiento del Museo Arqueológico del castillo de San Antón en los primeros años 80, hasta fiestas de disfraces, concursos cross de camareros, desfiles de moda, certámenes de belleza o atrevidas propuestas para la época, como las galas de drag queen, las despedidas de soltera con los primeros espectáculos de sexy boys e incluso el rodaje en directo de una película porno que amenazó con reventar el aforo de la sala pese a tratarse de una de las más grandes disponibles.

Con casi 1.300 metros cuadrados de planta, la discoteca tenía capacidad para más de 800 personas y llegó a convertirse en una cita obligada de los domingos en la noche coruñesa y punto habitual frecuentado por rostros famosos, como los jugadores de los mejores momentos del Dépor.