Luís Figo parodia en un anuncio el córner del Camp Nou en el que le lanzaron una cabeza de cerdo

Iago García
I. GARCÍA LA VOZ

DEPORTES

El futbolista portugués, ex del Barcelona y que acabó recalando en el Real Madrid recuerda aquel mítico momento, una de las imágenes más recordadas del fútbol español

19 abr 2024 . Actualizado a las 16:06 h.

Ni más ni menos que Johan Cruyff fue en 1995 el principal defensor del fichaje de un futbolista al que solo se le conocía por su juego en el Sporting de Portugal, con todo el respeto para el conjunto del país vecino. No parecía a priori que Luís Figo, aquel joven que recalaba en Barcelona con 23 años fuera a ser capaz de hacer olvidar a un mediapunta danés, Michael Laudrup, que ponía rumbo al Real Madrid, el eterno rival, tras encandilar con su juego en el Barça a media Europa. Pero vaya si lo hizo. Con el F.C. Barcelona ganó en un lustro dos Ligas, dos Copas y una Supercopa a nivel nacional. Con el inglés Bobby Robson en el banquillo también conquistaría a nivel europeo un Recopa de Europa, imponiéndose al PSG en 1997. Pero tras una última temporada como culé sin títulos, la 1999-2000, Florentino Pérez, candidato a la presidencia del Real Madrid, lo incluye como principal fichaje si sale elegido. Y así fue, el Figo que tras el doblete en 1998 con el Barcelona cantó aquello de «blancos, llorones, felicitad a los campeones» en la plaza de Sant Jaume era finalmente presentado en la sala de trofeos del Santiago Bernabéu como el traspaso más caro de la historia hasta la fecha (10.270 millones euros). Era el 25 julio del año 2000.

Aquello fue, seis años después de la marcha de Laudrup, una traición que la afición culé nunca perdonó al internacional portugués. El clásico disputado entre el conjunto merengue y el Barcelona en el Camp Nou en el curso 2002-2003, después de semejante robo futbolístico, supuso la más sonora pitada en un estadio para un jugador. Durante el encuentro, el propio futbolista hizo algunos gestos llevándose las manos a los oídos dado el ensordecedor ambiente en el templo culé. Pero ahí no quedaría la cosa. Aquel 23 de noviembre del 2002, cuando Figo se dirige a lanzar un córner, recibe una lluvia de objetos sin precedentes. Para más inri de la afición blaugrana intenta un gol olímpico, que despeja por los pelos el portero argentino Bonano y vuelve a tener que lanzar el portugués desde la esquina contraria. Recorre los 68 metros de ancho que tiene el campo esquivando botellas, una botella de whisky JB y, sorprendentemente, hasta una cabeza de cerdo. El partido tuvo que detenerse unos minutos. La imagen dio la vuelta al mundo. El partido acabó sin goles.

Han pasados casi 22 años de aquella historia, que ha pasado de padres a hijso y de nietos a abuelos. Ahora una campaña publicitaria ha vuelto a recordar este sonado momento a muchos aficionados. Luis Figo aparece en ella en el salón de su casa, leyendo lo que parece ser un diario deportivo que da cuenta del suceso vivido con la cabeza del pobre cochinillo en portada. En la ventana recibe el impacto de huevos, otros alimentos y muchas más cosas.    

«Para todos los que me echáis de menos ya no tenéis que esperar a que saque un córner para que coma cochinillo», comenta en el spot hecho para Uber Eats el ex jugador de 51 años. El anuncio se ha vuelto viral y está siendo compartido masivamente en las redes sociales. En solo un día, acumula 20.000 likes en el perfil oficial de la marca de servicio de comida a domicilion en Instagram. En X (antes Twitter), roza las 700.000 reproducciones. Precisamente a través de esta red social se ha producido una de las reacciones más comentadas al vídeo. El catalán Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, tiró de ironía sacando a relucir toda la polémica que generó su llegada al equipo merengue: «en una semana ficha por Glovo». El timing de esta publicidad no puede estar mejor pensado. El próximo derbi, con un Barcelona en horas bajas tras la eliminación de la Champions y un Real Madrid pletórico por el pase a semifinales en la competición europea se disputa el próximo domingo en el Santiago Bernabéu a las 21 horas.