Los pecados de Luis Enrique y Mbappé como ariete de la discordia

Isaac Asenjo COLPÌSA

DEPORTES

Gonzalo Fuentes | REUTERS

La telaraña defensiva del Borussia Dortmund demostró que al prodigio de Bondy no le hace feliz jugar como delantero centro Madrid

02 may 2024 . Actualizado a las 18:57 h.

Si el Dortmund de la eterna resurrección sirvió a Luis Enrique como terapia en la agónica fase de grupos, ahora la maquinaria alemana le debe ser de utilidad para enmendar los errores cometidos en el muro amarillo del Signal Iduna Park, donde se estrellaron ante el hueso de Edin Terzic y donde estuvieron buena parte del partido huérfanos de Kylian Mbappé, con quien el estratega asturiano tiene una relación que fluctúa como las criptomonedas. El internacional galo, que ha visto como sus minutos en la Ligue 1 se han reducido desde que anunciara oficialmente su marcha del club que preside Nasser Al Khelaïfi a final de temporada, disputó esta vez los 90 minutos en Alemania, pero no donde le gusta, algo que en líderes como él suele ser hierro que provoca mucho ruido.

El técnico de Gijón está a solo tres partidos de conquistar un segundo triplete como entrenador, tras el conseguido con el Barcelona en el 2015, pero para continuar el sueño de lo que sería una Champions histórica para la entidad gala, deberán llevar a cabo un enorme desafío en el Parque de los Príncipes la próxima semana, y el primer paso es corregir lo visto en el Westfalenstadion, donde quedó demostrado que con la telaraña defensiva del Dortmund, a Mbappé no le hace feliz jugar como delantero centro.

Ocurre además 24 horas después de que Vinicius anotara un doblete con el Real Madrid, equipo que tiene todas las papeletas para ser su próximo destino, y en la citada posición, donde Carlo Ancelotti le ha invitado a jugar ahí en numerosos encuentros de prestigio como el del Allianz ante el Bayern de Múnich o el Etihad frente al City. El gran reto de encajar al fluminense y al galo sobre el terreno de juego parece más que factible en el Paseo de la Castellana. Y es que en el club blanco parece que llevaran preparando la llegada del prodigio de Bondy hace tiempo a tenor de la evolución del brasileño, que cada vez es menos extremo y más la referencia en ataque.

Todo lo contrario al crack francés, que ante los alemanes en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones no se adaptó en ningún momento a las circunstancias del partido, estuvo espeso en ataque, ganó solo tres duelos de diez posibles y propició 16 pérdidas de balón. El delantero, que esta temporada ha firmado su curso más goleador con 43 goles a los que suma 10 asistencias, respondió mejor cuando jugó en banda izquierda con espacio por delante. Así llegó además su mejor ocasión tras un disparo que repelió el palo defendido por el guardameta Kobel.

El plan de Edin Terzic dio resultado, Hummels y Schlotterbeck anularon al '7' parisino, y sacó provecho de la falta de firmeza de un rival que ha perdido dos de los tres partidos de ida en las eliminatorias de Champions, ha encajado gol en todos sus partidos como visitante en la competición, y que tuvo en Vitinha a su mejor hombre. El de Santo Tirso, que condicionó los duelos ante la Real Sociedad en octavos y frente al Barça, donde marcó en dos ocasiones, en cuartos, será un factor clave en el duelo que tendrán ambos equipos el día 7 en Francia, y donde si Mbappé recupera su olfato goleador entrará en la prestigiosa lista de los diez máximos goleadores en la historia de un torneo que hasta la fecha se le resiste.