Sakho: «Hemos hablado de afeitarnos la barba y dejarnos el bigote si seguimos en la ACB»

FORZA BREO

MARCOS FERNÁNDEZ

El jugador del Breogán tiene plena confianza en su equipo: «Lo vamos a conseguir»

02 may 2024 . Actualizado a las 22:50 h.

Por falta optimismo no va a ser. Escuchando a Jordan Sakho (Kinshasa, República Democrática del Congo, 1997) uno se convence de que la confianza es la mejor arma que puede esgrimir el Río Breogán en el combate a tres bandas que decidirá la permanencia en la ACB. «Estamos bien y lo vamos a conseguir», asevera el pívot breoganista, que ha vuelto a recuperar la sonrisa en Lugo después de un curso y medio de frustración por su poco protagonismo en las filas del UCAM Murcia.

—Era fundamental ganar en Granada y lo consiguieron. ¿Ha sido muy grande el subidón de autoestima y optimismo en el vestuario?

—Nos ha venido muy bien esta victoria. No solo porque mejora sustancialmente nuestra situación en la clasificación y ahora dependemos de nosotros mismos, sino por el tema anímico. Podremos afrontar más tranquilos y con mayor confianza el encuentro ante el Tenerife.

—Por fin les salió cara.

—Ya lo merecíamos después de varios partidos perdiendo en los últimos instantes. Hicimos un gran encuentro y era justo que nos lleváramos la victoria.

—Ahora parece que los que peor lo tienen son los granadinos.

—Bueno..., ya veremos. Quedan tres partidos todavía. Sobre el papel su calendario no parece fácil, pero en la ACB no hay enemigo pequeño, todos los partidos son difíciles porque todos los equipos se juegan algo y puede saltar la sorpresa en cualquier cancha.

—¿Sería un milagro que el Breo siguiera en la ACB después de todos los obstáculos que le fueron apareciendo en el camino?

—El Breogán es un equipo de ACB, esté o no en la categoría, y siempre lucha. La casta es una de sus principales señas de identidad. Se merece seguir en la ACB y lo vamos a conseguir. Veo al equipo bien, trabajando con muchas ganas y con mucha confianza.

—Queda lo más difícil, ¿o más complicado fue llegar tan vivos a las últimas jornadas?

—Llegar vivos tiene mucho mérito, pero queda la guinda. Vamos a tratar de ganar los dos partidos seguidos que tenemos ahora en casa y después ya veremos cómo llegamos a Murcia.

—Es probable que ganando al Tenerife y el Andorra rematen la faena, ¿no cree?

—Puede ser. Ya veremos.

—No parece un rival muy propicio el equipo tinerfeño este domingo.

—Un rival muy duro, no cabe duda. Estamos hablando de uno de los mejores equipos de la ACB, con una base sólida y que juega de memoria. Tiene jugadores de mucha experiencia en esta competición, con mucho talento, que llevan tiempo juntos y eso es una ventaja.

—Ha jugado tres partidos de máxima exigencia en la última semana. ¿Pueden acusarlo en el Pazo?

—Es posible. Pueden llegar muy cargados, arrastrando el lógico cansancio, y nosotros llevamos una semana preparando el partido. Confiamos al máximo en nuestro trabajo. Tenemos que imponer nuestro ritmo y jugar con intensidad.

—Parece que por Marcelinho Huertas no pasen los años. Después de haber jugado unos días antes las semifinales y la final de la BCL, menudo partido completó este miércoles ante el Unicaja.

—Es un caso inexplicable. El tío es mejor cada año. Es impresionante. Tendremos que hacerle sufrir un poco en el Pazo.

—¿Se ve jugando hasta los 40 como él?

—Depende. Si me cuido bien, tengo salud y las lesiones me respetan, ¿por qué no?

—¿A qué otros jugadores del Tenerife destacaría?

—Es una plantilla de mucho calibre. Tiene buenos pívots, buenos aleros, jugadores físicos y atléticos... Es un equipazo.

—Tendrá que vérselas de nuevo con Giorgi Shermadini, otro gran reserva del Tenerife que no deja de enlazar MVPs?

—Es un jugador con mucha calidad. Trataremos de frenarlo para que no haga locuras en el Pazo. Meter va a meter, pero trataremos de reducir lo que mete siempre.

—¿Cuál fue el pívot de la ACB que más problemas le creó?

—Diría que Tomic cuando estaba en el Barcelona. Costaba mucho defenderlo por su movilidad.

—¿Esperaba otra cosa en su etapa en Murcia?

—Sí, la verdad. Es un equipo que lucha por metas ambiciosas y me fui allí con la esperanza de encajar y aportar mi granito de arena, pero no fue el caso. Apenas entraba en los planes del entrenador. Son cosas que pasan, hay que aceptarlas, mirar hacia delante y seguir trabajando.

—¿Se arrepiente de haber dejado el Breo al final del curso 21/22?

—En absoluto. Nunca hay que arrepentirse de las decisiones que se toman porque lo hacemos creyendo que es lo mejor para uno. ¿Y si salía bien? Ahora lo veo como una experiencia de la vida más, de las que te hacen madurar y pensar bien las cosas.

—¿Pidió salir del Murcia o fue el club el que dio el paso?

—Lo pedí yo. Tenía contrato un año más allí, me trataban bien, pero quería jugar más y disfrutar.

—¿Tenía más propuestas que la del Breogán?

—Sí, había otros equipos interesados.

—¿Y por qué volvió a Lugo?

—Porque ya había estado aquí y me había sentido valorado y querido. Conocía al entrenador, el club... Y por ellos (señala a los hermanos Quintela, que ensayaban el tiro en la cancha). Antes de volver hablé con Sergi y me dijo; ‘tienes que venir’. Su presencia en el equipo es una de las cosas que distinguen al Breo de otros equipos en los que estuve.

—¿Cómo lleva la paternidad?

—Bien, muy bien. Estoy feliz, es muy bonito.

—¿Le deja dormir la pequeña?

—Los días de partido me escapo a otra habitación (risas).

—¿Qué sería capaz de hacer si logran la permanencia?

—En el equipo hemos hablado de afeitarnos la barba y dejarnos el bigote si finalmente seguimos en la ACB.