Israel cuenta con el sistema más efectivo del mundo para el ataque terrestre de sus soldados

No es un arma en sí. Ni una pistola, ni un fusil, ni una ametralladora. Y sin embargo, el fabricante israelí IWI (Israel Weapon Industries), asegura haber multiplicado con su desarrollo la efectividad de los disparos de los soldados que empleen en sus armas esta tecnología. Se llama ARBEL, un sistema informatizado que se acopla a ametralladoras ligeras y que lo que hace cuando está activado es, mediante el uso de un algoritmo, disparar automáticamente sin que el soldado tenga que hacer blanco en el objetivo, ya que ARBEL se encarga por él. «En este modo, lo único que tiene que hacer el operador es apretar el gatillo cuando esté sobre el objetivo, mantenerlo apretado y, cada vez que el fusil vuelva a estar sobre el objetivo, se efectuará un disparo preciso y letal», señala el fabricante al respecto. El usuario mantiene así el control sobre el arma, ya que siempre debe permitir ese primer disparo. Una vez que el militar lo activa, «deduce cuando el operador está sobre el blanco y logra disparar sobre él». IWI asegura que este avance armamentístico mejora la precisión de disparo «entre 2 y 3 veces». 

Es precisamente esa mejora en la efectividad la que permite aligerar a su vez la carga de los soldados desplegados en combate, porque reduce la munición necesaria para cumplir los objetivos. Además, como la tecnología ya detecta el blanco por sí sola, no necesita elementos ópticos a mayores, pudiendo mantenerse los ya existentes e incluso miras de hierro. El fabricante señala que, según el modelo de ametralladora compatible, el peso aumenta solo entre 400 y 900 gramos, brindando gracias a sus baterías 50 horas de uso ininterrumpido. IWI asegura que con este proyecto pretendía contrarrestar la falta de puntería de los soldados que, en situaciones de estrés y fatiga como las derivadas de una guerra, se ve mermada por factores físicos y psicológicos derivados de funciones biológicas como la respiración acelerada, el aumento de la frecuencia cardíaca, los espasmos musculares o el deterioro de las funciones motrices. Todas ellas aumentadas cuando más duren las operaciones terrestres. 

País puntero en industria de defensa

Israel es uno de los Estados más militarizados del mundo. Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), ocupa el lugar número 15 entre países con mayor gasto por habitante, 2.623 dólares. El portal especializado en asuntos militares Global Firepower (GFP), lo coloca en el puesto 17 en cuanto a su poder bélico. Con un servicio militar obligatorio para la mayoría de sus ciudadanos, pasando a la reserva hasta los 40 años, cuenta con más de 3,7 millones de soldados, el 42% de su población. Además, es uno de los mayores compradores del mundo, con EE.UU como principal proveedor, como confirmó a RTVE Josh Paul, exdirector de la oficina de Asuntos militares estadounidense: «Más de la mitad de nuestra asistencia militar a nivel mundial va a parar a Israel, es decir, unos 3.300 millones anuales que representan aproximadamente el 16% de su presupuesto de defensa».

Así es el potencial militar de Israel e Irán

La Voz

Pero Israel ni siquiera tiene que salir a comprar fuera de sus fronteras las más potentes armas porque ya cuenta con potentes empresas dedicadas a su desarrollo. Su industria bélica representa el 10% de todas las exportaciones mundiales de armamento, con tres compañías, Elbit Systems, Israel Aerospace Industries y Rafael Advanced Defense Systems como principales impulsoras de nuevas tecnologías. La última, de hecho, es responsable del sistema Cúpula de Hierro (Iron Dome), capaz de interceptar misiles enemigos. Un método diseñado para derribar cohetes en un radio de 70 kilómetros que según sus creadores tiene una efectividad del 90 %, habiendo resultado clave en el reciente ataque con drones al país por parte de Irán, que ha tenido respuesta en el bando israelí en las últimas horas.     

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