Médicos y la «barra libre de trabajo»

Carlos Sánchez Fernández de la Vega PUNTO DE VISTA

OPINIÓN

María Pedreda

19 abr 2024 . Actualizado a las 09:14 h.

«No hay voluntad de plantear una especie de barra libre de trabajo». Con esas palabras, el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, justificó la denegación de la posibilidad de que médicos de 70 años pudieran seguir ejerciendo, hasta cumplir los 72 años, en sus cupos, es decir, atendiendo a los pacientes que habían seguido durante muchos años. Afirmó que el ministerio «no estaba por exprimir a los profesionales».

No pretendo generar controversia, sino promover la reflexión. Tanto aquellos que están a favor como los que no lo están tienen motivos justificados para su opinión. Me estoy refiriendo a la atención primaria, por lo que es necesario considerar lo siguiente:

1.- Respecto a la «barra libre de trabajo». Los profesionales que deciden prorrogar su actividad tienen que demostrar que tienen una capacidad psicofísica para desempeñar su labor. Para la Administración resulta sencillo evaluar la solicitud, ya que a esta edad el profesional acumula una amplia experiencia, como una mochila laboral cargada a sus espaldas, cuyo contenido es fácilmente accesible y visible. Por lo tanto, la Administración podrá verificar fácilmente la pertinencia de la petición.

Estos profesionales han sido testigos de la transformación de la atención primaria. Su punto de partida se remonta a finales de la década de los setenta del siglo pasado, con la instauración de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria. En aquel momento, la medicina general adquirió un estatus equiparable al de otras especialidades médicas, al menos en teoría. Sin embargo, con el paso de los años han presenciado cómo la escasez de recursos asignados en relación con las actividades exigidas por la Administración condujo a la atención primaria a no cumplir los objetivos para los que fue creada. Por otro lado, son profesionales que, a pesar de haber alcanzado los 65 años o más, vivieron la pandemia del covid-19 y, aunque tuvieron la opción de jubilarse en ese momento, optaron por no hacerlo, asumiendo enfrentar los riesgos asociados a su edad. Siete de los diez primeros médicos fallecidos por covid-19 eran de atención primaria.

Llegado a este punto, surge la pregunta: ¿qué motiva a un médico de 70 años a seguir ejerciendo? La respuesta varía dependiendo de si se está a favor o en contra de esta medida. Para aquellos que están a favor, la respuesta más probable será la vocación, pero para los que están en contra la respuesta será totalmente opuesta, la crematística. Estos profesionales tienen la posibilidad de optar por una medida económica propuesta por el Gobierno, que abarca un período de 3 años y finaliza en diciembre del 2025. Se trata de la jubilación activa, que les permite recibir el 75 % o el 50 % de su pensión de jubilación, además de los emolumentos derivados de su actividad profesional.

El decreto, promulgado en diciembre del 2022, solo afecta a los médicos de familia y pediatras que estaban adscritos al Sistema Nacional de Salud en el momento de su promulgación. No todos los profesionales que han decidido seguir se han acogido a esta opción. Esta medida no puede ser criticada, ya que representa un reconocimiento económico por su labor asistencial, beneficiosa tanto para la Administración como para la sociedad. Esto es especialmente relevante debido a la escasez de profesionales médicos, sobre todo en atención primaria.

2.- Respecto a «no exprimir a los profesionales». Solo un breve comentario: hay que considerar que estos profesionales eligieron en su día la opción voluntaria de seguir ejerciendo. Llegados los 70 años, tan solo deberían acreditar sus condiciones psicofísicas. Al ser una opción voluntaria, el profesional no puede sentirse explotado.

Esta medida no resolverá el problema del déficit de médicos de atención primaria que existe a nivel estatal. Sin embargo, lo que resulta inaceptable es que la Administración retire a un médico de su puesto al cumplir los 70 años (cuando está dispuesto a seguir ejerciendo) y no coloque a otro en su lugar, justificando que no hay profesionales disponibles en la bolsa de trabajo o que simplemente no quieren ir a ese lugar.

He ejercido de manera exclusiva en el Sistema Público de Salud (Insalud), posteriormente, Servizo Galego de Saúde. Escribo como médico «en prorroga», no como médico «jubilado», ya que opté por no acogerme al decreto, que me permitiría cobrar el 75 % de mi pensión.

La continuidad en la práctica médica más allá de los 70 años no debería descartarse en el contexto actual, siempre y cuando no implique obstaculizar el relevo generacional y el profesional mantenga las capacidades físicas y mentales necesarias para ejercer con eficacia y eficiencia.