Desatascan sus tribunales y se inhiben con la excusa de que los demandantes residen en la mayor ciudad de Galicia y la competencia territorial corresponde a Vigo
03 may 2024 . Actualizado a las 00:49 h.Un funcionario de la Oficina de Reparto de los Juzgados de Vigo señala hacia un taco con seis expedientes posado en una estantería: «Estos nos han llegado hoy, son de inhibiciones de Madrid. Nos los envían juzgados de lo civil que se declaran no competentes para enjuiciarlos. Todos los días nos llegan, la mayoría son por deudas». La oficina que se encarga de recibir demandas y repartirlas no hace más que constatar una realidad: los jueces de las grandes ciudades, como Madrid o Barcelona, están «limpiando» desde febrero sus congestionados tribunales y, para ello, se inhiben a favor de Vigo. Declaran que no son competentes territorialmente para juzgar ciertos pleitos promovidos por empresas de recobro y fondos buitre que reclaman recibos y préstamos on line impagados o quejas de consumidores por usura. Sostienen que el domicilio competente es Vigo.
Los jueces madrileños o catalanes se basan en una resolución del Tribunal Supremo del 15 de febrero que unifica el criterio para dilucidar la competencia territorial en contratos de préstamo al consumo, lo que está llevando a cambiar de juzgados miles de expedientes en toda España.
Esto se debe a que, por un lado, los demandantes tienen su domicilio en Vigo pero en su día contrataron a grandes despachos de abogados de la capital de España. Por tanto, son los tribunales de este partido judicial los que deben encargarse de resolver el caso. Otras veces justifican el desvío porque un consumidor de Vigo ha acumulado varias de sus peticiones (acciones) para eliminar cláusulas abusivas o intereses usuarios en una misma demanda contra determinada financiera o banco y ha de ser el juez gallego el que las estudie todas en bloque.
Estos desvíos de demandas de las grandes ciudades a Vigo, por considerarlo el domicilio competente, tienen consecuencias porque atascan aún más los juzgados. No son uno ni dos. Una letrada judicial de primera instancia de Vigo afirma que ella recibe tres o cuatro renuncias de competencia de domicilio desde Madrid o Barcelona a la semana, otras veces una. Si esa media la multiplicamos por los trece tribunales de la misma especialidad, estamos hablando de más de medio centenar de casos que las grandes capitales derivan a Vigo cada quince días desde febrero. En apenas dos meses, hay ya cientos de casos que inundan Vigo por ser el domicilio competente para juzgarlos.
Varios letrados de la Cidade da Xustiza admiten que se sienten «saturados» con las inhibiciones y con los juzgados de Madrid «haciendo limpieza». «Nunca hubo tanto trabajo», dice una letrada. En las salas de lo civil se acumulan decenas de expedientes de usura o condiciones generales de la contratación abusivas cuyo domicilio del demandante está en Vigo aunque lo represente un bufete de Madrid.
Los demandados son empresas de recobro que reclaman lotes de deuda impagada por préstamos on line, muchos con intereses abusivos, así como fondos de inversión. «Aquí estamos trabajando para los fondos buitre que reclaman deudas, nos tienen saturados con monitorios, verbales, condiciones generales de contratación. Estamos empantanados», lamenta una letrada judicial.
Los denominados fondos buitre y las financieras on line siguen generando pleitos como ramificación de otros anteriores. Por ejemplo, hace unos meses, una procuradora de Madrid presentó en Vigo más de 500 demandas de juras de cuentas contra una empresa de recobro con la que tenía discrepancias respecto a sus honorarios. Ahora, cada juez de lo civil deberá resolver 50 de ellas. Es solo una gota en un océano de reclamaciones de deudas por tarjetas de crédito y préstamos on line que llegan continuamente a los tribunales.
Piden reforzar el antiguo tribunal de las cláusulas suelo: «Lo hemos dicho 40 veces y nada»
El Juzgado de Primera Instancia número 14 de Vigo se especializó durante años en resolver la reclamación de hipotecados por las cláusulas suelo. Hace unos meses, se extinguió su juzgado de refuerzo, el 14 bis, y el titular heredó 700 de sus asuntos pendientes o en ejecución. Ahora la carga de trabajo es «insostenible» para un solo juez y su única letrada judicial. «Tenemos mucho volumen de trabajo, cientos de impugnaciones de costas, consignaciones de dinero, no lo puede asumir una sola persona. Estamos saturados», dicen fuentes judiciales.
«La situación es complicada, hemos recibido 500 demandas nuevas en un trimestre junto con los números del refuerzo que se extinguió, que incluyen incidentes, causas pendientes, mover mucho dinero para pagos de consignaciones, cuando más expedientes movemos, más nos vienen, y sin letrado de refuerzo es imposible de resolver, no podemos llevar continuamente este ritmo, la pendencia es muy grande, estamos desbordados. Lo que necesitamos es un refuerzo, lo hemos dicho 40 veces que hace falta y nada», explican.
Este juzgado, cuando era exclusivo, resolvió miles de reclamaciones de cláusulas suelo, algunas de las cuales quedaron pendientes y otras se han ramificado con incidentes o recursos porque la banca, si pierde, prosigue su batalla legal en la Audiencia Provincial. Ahora el número 14 es un tribunal ordinario y está siendo sepultado por reclamaciones de gastos hipotecarios o procedimientos para anular contratos de usura que también inundan a toda la jurisdicción civil. En el primer trimestre, los juzgados de primera instancia tramitaron 7.132 asuntos (un 25 % más).